Bienvenidos otro día más al blog. Hoy voy a hablaros sobre por qué uso NVDA actualmente como lector de pantalla de cabecera. Es una visión personal acerca de este mundillo. No es una verdad absoluta. Si discrepáis de lo que voy a escribir a continuación, os invito a que dejéis vuestra experiencia en los comentarios. Así todos nos enriqueceremos un poco más.
Utilizo lector de pantalla desde 2008. En aquel entonces, mi primer acercamiento fue Jaws. Si no recuerdo mal, la primera versión que tuve fue la 7.0. Tuve la suerte de que, al ser estudiante, la ONCE me proporcionó una licencia de forma gratuita. Fue el software que utilicé durante mis años en la universidad y los primeros en el mundo laboral.
Creo que fue en 2010 o 2011 cuando descubrí la existencia de NVDA. Cómo no, me dispuse a instalarlo de inmediato. Tenía ganas de probar qué tal funcionaba ese lector de pantalla gratuito y de código abierto. Por desgracia, la primera impresión no fue demasiado buena. La voz robótica al máximo exponente de Speak en español casi me perfora los tímpanos (lo siento por quienes la adoren, pero no la soporto). Obviamente, encontré diferencias en los comandos que me dificultaron la adopción. Además, en general, lo notaba menos pulido y eficiente que Jaws.
De esta forma, seguí utilizando el software privativo de Freedom Scientific por algunos años más. Siempre que alguien me preguntaba por lectores de pantalla, le decía que eran bastante caros. ¡enos mal que me lo subvencionaban! También tenía la coletilla de que había uno gratuito, pero era peor en términos generales.
Así seguí hasta 2016. Entonces me enfrentaba a una situación nueva. Me faltaban unos meses para terminar el máster que cursaba y me acababan de informar en el trabajo que habían decidido prescindir de mí. Eso significaba una cosa: no iba a tener derecho a una licencia subvencionada por la ONCE para Jaws. Por aquella época, todavía no se ofrecía a todos los afiliados, sólo por motivos de estudios o laborales. Siendo ingeniero informático, no podía permitirme perder mi principal herramienta de trabajo, aprendizaje y, por qué no decirlo, también de ocio.
Podría haber pirateado Jaws, como todavía hoy hace mucha gente. Sin embargo, una de las cosas que he aprendido a fuego durante la carrera es que desarrollar el software cuesta mucho esfuerzo. Nunca hay una única alternativa. Si alguien quiere cobrar por su trabajo, aunque sea una empresa, tiene todo el derecho del mundo. Igual que nosotros podemos decidir no hacerlo, en cuyo caso podemos optar por opciones de software libre. Entonces me acordé de NVDA, ese lector gratuito que había probado y no había logrado convencerme. Era hora de ver cuánto había progresado y de acostumbrarme a su uso.
Lo primero que hice fue cambiarle la voz. YA digo que odio Speak con toda mi alma. Me encontré con un montón de alternativas, pero al final me quedé con mi amado Eloquence. No es sólo que estuviera acostumbrado a él. Pienso que es el mejor sintetizador en cuanto a entonación de las frases se refiere. Puede haber otros con un timbre más agradable y natural al oído, pero lo que me interesa es distinguir claramente cuándo hay interrogativas, exclamativas…
Una vez hecho esto, la impresión que tuve fue bastante buena. No sólo porque me encontraba en un entorno más confortable. Percibí rápidamente una mejora sustancial en todos los apartados respecto de la versión que había probado hacía años. Incluso me parecía más eficiente que Jaws. Funcionaba más rápido, tenía mejor respuesta a las acciones y se quedaba colgado menos veces. ¡Y todo gratis! Ya no tuve duda.
Desde entonces, NVDA ha evolucionado y mejorado con cada nueva versión gracias a los aportes y esfuerzos de la comunidad. He podido colaborar de forma activa, con mejoras en el complemento Emoticons para el soporte de emojis, y pasiva, donando regularmente al proyecto para compensar en la medida de lo posible el trabajo de los desarrolladores.
Como nota adicional, gracias a mi trabajo, he tenido la oportunidad de tocar Macs con el lector de pantalla VoiceOver. Siempre me causó curiosidad. Todo el mundo dice que los productos de Apple son excelentes en cuanto a la accesibilidad. Si descubriera una mejora sustancial en este aspecto, podría pasarme al sistema de la manzana a pesar del precio. Al fin y al cabo, es una inversión de calidad para amortizarla a lo largo del tiempo.
No obstante, la experiencia que tuve con VoiceOver no fue satisfactoria. Quizás es que estoy demasiado acostumbrado al manejo de Jaws y NVDA, que tienen una forma de uso muy similar. Aun así, os dejo aquí los tres puntos por los que VoiceOver y yo fuimos como el agua y el aceite:
- Ergonomía: Hay que pulsar varias teclas hasta para los comandos más básicos, incluso si se tiene el atajo de la tecla VoiceOver activo.
- Modelo de navegación: VoiceOver utiliza un modelo de navegación en forma de árbol de elementos, muy similar al navegador de objetos de NVDA. Aunque esto permite llegar prácticamente a cualquier elemento de la pantalla, en muchas ocasiones se me ha hecho más tedioso que el salto por tabulador y paneles que ofrecen las alternativas de Windows.
- Adaptación al escritorio: Lo que más me molesta es que parece que este lector de pantalla está pensado para una interfaz de entrada móvil, no la de un equipo de escritorio. Mientras que en NVDA o Jaws disponemos de un amplio abanico de comandos para navegar por toda la interfaz, en VoiceOver tenemos que usar el rotor. Si bien me parece una idea fantástica para el iPhone o el iPad, se me hace muy cuesta arriba cuando tengo un teclado, que me ofrece muchas más variantes para la entrada de comandos.
En la actualidad, utilizo NVDA como mi lector de pantalla principal, incluso cuando la ONCE ofrece a sus afiliados licencias de Jaws sin tener que justificar trabajo o estudios. En algunos aspectos todavía va por detrás de la alternativa privativa de Freedom Scientific, pero en términos generales me parece una herramienta más eficiente y potente. De hecho, creo que la única barrera que tiene NVDA ahora mismo para convertirse en el paladín definitivo de los lectores de pantalla es la falta de financiación. Ojalá ONCE dedicara los fondos para subvencionar Jaws a apoyar el proyecto de NVDA. Así, no sólo se beneficiarían sus afiliados de la inversión, sino millones de personas con discapacidad visual en todo el mundo.
Eso es todo por hoy. ¿A vosotros qué os parece? Me gustaría conocer las opiniones de todos, en especial, los que usáis otros lectores de pantalla y sistemas. ¡Nos vemos en la próxima entrada!
Deja una respuesta