Ally4All – ¿Qué es la accesibilidad?

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Resumen

La accesibilidad es la característica de cualquier producto o servicio que le permite ser usado o consumido por el mayor número de personas. No importa si padecen algún tipo de discapacidad.
La accesibilidad se compone de dos patas: el diseño universal y la asistencia personal. Estos dos pilares se conjugan para llegar al máximo número de usuarios posible. Forma parte de la usabilidad: un producto accesible es más atractivo. Así puede ofrecer un mejor retorno, tanto en cifras de adopción como en la experiencia de los usuarios en general.

¿Qué es la accesibilidad?

En e-Bastón Blanco hemos hablado en numerosas ocasiones sobre la accesibilidad. Pero, ¿qué demonios es este concepto? La mayoría de vosotros estará familiarizada con él. Aun así, ¿estamos seguros de comprender su significado y cómo se relaciona con la discapacidad?

La accesibilidad puede definirse como la característica de un producto, servicio o infraestructura que le permite ser utilizado por el mayor número de personas con el mayor rango de capacidades en el mayor número de circunstancias posibles1. Un poco largo, ¿verdad? Para simplificarlo, digámoslo de la siguiente forma: no importa si el usuario padece algún tipo de discapacidad, sea temporal o permanente, ni si está realizando alguna actividad limitante, como conducir. Algo es más accesible cuantas más personas puedan utilizarlo, sin importar estas circunstancias.

Por tanto, la accesibilidad está intrínsecamente relacionada con el concepto de «diversidad funcional». Lejos de ser un eufemismo o sinónimo de discapacidad, como suele ser erróneamente utilizado, es clave para comprender el significado verdadero de la accesibilidad. La diversidad funcional nos indica que las personas pueden presentar un conjunto de funcionalidades diverso, diferente. Si elaboramos nuestro producto atendiendo sólo a un determinado conjunto de funcionalidades, asumiendo que todo el mundo las posee, este no será accesible para un grupo de personas más o menos grande. Incluso la misma persona puede presentar un conjunto de funcionalidades distinto dependiendo del momento. Puede haber sufrido una lesión, una operación o estar realizando una actividad que le mantenga ocupado, como conducir.

Pensemos ahora en algunas de las utilidades que estamos acostumbrados a usar. En mi caso, siendo ciego, puedo disponer de software que me permite leer etiquetas de productos físicos o el valor de los billetes. También disfruto de audiojuegos o juegos por línea de comandos. En el primer caso, la herramienta no puede considerarse accesible si su única salida es auditiva. Eso supondría una barrera para personas con discapacidad auditiva. Lo mismo sucede en el caso de los audiojuegos. Por último, los juegos por línea de comando pueden resultar demasiado complejos para personas con discapacidad cognitiva (y para cualquiera, si se me permite).

Por tanto, algo no es más accesible por el único hecho de ser apto para un perfil concreto. Al contrario, será igual de inaccesible que cualquier otra cosa que sólo tenga en mente el perfil más general en su diseño, sólo que además excluirá a un número mayor de usuarios.

En último lugar, la accesibilidad suele abreviarse como «a11y». Este tipo de abreviatura se utiliza bastante en ámbitos técnicos. Se deriva del término en inglés, accessibility, que contiene 11 letras entre la A y la Y. Otro ejemplo que encontrará a menudo es el de «i18n», de la palabra internationalization. Además, como un juego de palabras, a11y se sustituye comúnmente por ally, otro término inglés que trata de reflejar la mejora en la experiencia de usuario.

Componentes de la accesibilidad

Una vez que tenemos claro qué es la accesibilidad, es momento de analizar sus dos componentes:

  • El diseño universal es la característica de los productos, servicios e infraestructuras que permite una mejor interacción con las herramientas de asistencia.
  • La asistencia personal es la ayuda necesaria para que un usuario pueda utilizar los productos, servicios o infraestructuras. Puede dividirse a su vez en herramientas de asistencia y en asistencia humana.

En términos generales, un diseño universal permite reducir e incluso eliminar el factor de asistencia humana de la ecuación. El ejemplo más gráfico es el de las rampas. Si estas se diseñan con la pendiente adecuada, una persona con movilidad reducida podrá subirlas únicamente con su silla de ruedas. Si no, puede necesitar un extra de ayuda humana. Incluso, de diseñarse rematadamente mal o de no existir rampa alguna, la asistencia humana puede ser insuficiente.

El diseño universal tiene también una directriz implícita: no reinventar la rueda. Normalmente, existen soluciones ya probadas que se conjugan con las herramientas de asistencia existentes. Además, delimita hasta donde tiene que llegar el proveedor para considerar su producto, servicio o infraestructura accesible. Estas pautas están recogidas normalmente en diferentes estándares. Si no los seguimos, podemos tener un resultado poco o nada accesible, y haber incurrido a la vez en gastos absurdos. Si los usuarios sólo necesitan una rampa para su silla de ruedas, no hay necesidad de invertir en excentricidades.

Accesibilidad y usabilidad

La usabilidad es un concepto que las personas tenemos más arraigado. Algo es más usable cuanto más fácil de usar es. Simple. Todos tenemos experiencia en este campo. Nos habremos peleado con algún aparato o aplicación endemoniada que no había quién entendiera. También habremos dado con el extremo opuesto, algo tremendamente intuitivo que hayamos podido utilizar con éxito a la primera. Este segundo caso era más usable.

Igual que la accesibilidad, la usabilidad cuenta con diversos criterios para medirse y mejorarse. Estos no forman parte de estándares, pero son ampliamente conocidos debido a su estudio.

Además de permitir que un mayor número de usuarios pueda utilizar un producto o servicio, hay estudios que muestran cómo la accesibilidad también mejora la experiencia de usuario de personas que no consideran tener ninguna limitación funcional, ni siquiera temporal. Así, podemos considerar a la accesibilidad un apartado importante dentro de la usabilidad.

¿Por qué hacer diseños accesibles?

Ahora que tenemos claro qué es la accesibilidad, nos estaremos haciendo una pregunta: ¿por qué debería tenerla en cuenta? Si llevo trabajando sin ni siquiera saber qué es y me ha ido bien, ¿qué gano con ello? Por supuesto que el mayor motivo es moral y ético. No obstante, ninguna de estas cosas da de comer.

En primer lugar, la legislación tiene cada vez más en cuenta este aspecto. Si usted no se preocupa de la accesibilidad, no podrá optar a participar en concursos públicos. Si se trata de una administración u organismo público, se expone a ser multado. Incluso algunas grandes empresas de sectores críticos se ven afectadas por la legislación en algunos países.

En última instancia, debería tener en cuenta el volumen de mercado que pierde al realizar diseños no accesibles. Según la OMS, en torno a un 15% de personas en el mundo presenta alguna discapacidad2. Esta cifra no hará más que aumentar en el futuro debido al envejecimiento de la población.

Por tanto, no deberíamos pensar en la accesibilidad como un gasto adicional. En su lugar, pensemos en ello como una inversión que tendrá retorno. Es algo natural cuando pensamos que las empresas más exitosas son a su vez las que más han tenido en cuenta la accesibilidad.

Por último, cabe destacar algo importante: es más sencillo hacer un diseño accesible desde el principio que adaptarlo a posteriori. Los costes se multiplican. Haríamos mal en excluir la accesibilidad en nuestros MVP (minimum value product) por ahorrar algo de trabajo. Además, en mi experiencia, una vez los equipos conocen los conceptos y los criterios que se deben aplicar, casi es más difícil hacerlo mal que hacerlo bien.

Conclusión

La accesibilidad es una característica que permitirá a más usuarios utilizar nuestros productos, servicios o infraestructuras. Además, también facilitará su uso para el público general. Gracias a los estándares, está claramente definido hasta dónde tenemos que llegar en nuestro trabajo. Invertir en la accesibilidad desde el principio minimiza Los costes y maximiza nuestros beneficios.

En la próxima entrada hablaremos específicamente de la accesibilidad software.

  1. https://www.iso.org/standard/42885.htmlISO: ISO 26800:2011 Ergonomics—general approach, principles and concepts (2011) ↩︎
  2. World Health Organization: World Bank: World report on disability (2011) ↩︎

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