Asistentes virtuales y entretenimiento para ciegos

Bienvenidos una vez más al blog. Hoy quiero hablaros de cómo la llegada de los asistentes virtuales puede cambiar nuestras vidas y, especialmente, nuestra forma de entretenernos. Cuando hablo de nosotros, me refiero sobre todo a la gente que tiene problemas de visión.

Hay un factor fundamental que diferencia a estos asistentes del resto de tecnologías: la interfaz principal de comunicación es la voz. Aunque también muestran información por pantalla si la tienen disponible, han nacido con el objetivo de poder conversar con nosotros. Con toda seguridad, eso supone una barrera para otras personas. En cambio, para nosotros es ideal. Todo depende de nuestros oídos y de nuestra lengua.
Ya seas usuario de Siri, el Asistente de Google, Cortana o Alexa, la forma en que interaccionamos con la tecnología ha cambiado en los últimos años. Es cierto que todavía mantenemos un alto grado de dependencia de los modelos tradicionales. Nos da vergüenza preguntarle a nuestro teléfono en voz alta mientras estamos sentados en el tren.
Sin embargo, no podemos negar que estos asistentes resultan muy cómodos para llevar a cabo ciertas tareas. Llego a casa de trabajar, empiezo a cambiarme de ropa y le pido a Alexa que ponga alguna canción; estoy picando código y le digo que me ponga una emisora de radio; acabo de despertarme de la siesta y le pregunto qué hora es; consulto la agenda del día mientras me preparo para salir de casa; ¡hasta puedo llamar a mi novia por Skype con sólo pedírselo!
Si queréis mi opinión, mis dos asistentes favoritos son el Asistente de Google y Alexa. El primero lo uso sobre todo para buscar información rápidamente desde el teléfono. Me ahorra tener que entrar en la aplicación y escribir. El segundo, o la segunda, si nos ceñimos al nombre, la utilizo sobre todo en casa. Tengo siempre el Echo Dot al acecho de mis necesidades, pese a lo que muchos puedan recelar de este uso. Confío en que mi vida en la habitación es lo suficientemente aburrida para que no enganche a algún técnico espía de Amazon al otro lado del Atlántico.
Lo más interesante del tema es que, por primera vez, parece que los ciegos estamos incluidos por defecto en todo el sistema de entretenimiento. Hasta los juegos desarrollados para Alexa resultan accesibles. Sí, no son juegos como los que podemos encontrar en una videoconsola, pero resultan bastante entretenidos. Os invito a probarlos. Mi favorito es el Scape Room. ¿Conseguiréis salir de las salas virtuales sin volveros locos?
Esto me da qué pensar de cara al futuro. La inteligencia artificial avanza a pasos agigantados. Aunque parece que las promesas de las películas de ciencia ficción nunca llegan, los logros que alcanzan son cada vez más impresionantes. Quién sabe si dentro de unos años estas inteligencias artificiales nos permitirán a personas con todo tipo de problemas sumergirnos en formas de entretenimiento como los videojuegos de un modo que nunca habríamos soñado.

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