See, una serie… ¿discapacitista?

Durante el último mes, mi mujer y yo hemos estado siguiendo See, una serie bastante curiosa que podéis encontrar en Apple TV +. El argumento nos plantea un futuro postapocalíptico, como tantas otras producciones presentes en las principales plataformas de streaming. Sin embargo, en lugar de zombies, extraterrestres o catástrofes nucleares, en esta historia se nos plantea cómo viviría la humanidad después de una pandemia que ha dejado a toda la población superviviente ciega.

Lo primero que hay que decir es que no es una obra de arte. Es una historia lineal, sencilla y con demasiado deus ex machina para mi gusto repartido por sus tres temporadas. Sin embargo, sí que diré que es entretenida. Y, para alguien con discapacidad visual, curiosa de ver e incluso divertida. Hay detalles de cómo viven y se manejan bastante interesantes, y otros directamente inverosímiles. Por ejemplo, una de las cosas que más me saca la sonrisa es observar cómo en batallas con un montón de gente involucrada, nunca se matan por mano amiga en el fragor de la reyerta; o cómo los golpes son siempre precisos al cuello.

Comentarios aparte, que no quiero hacer muchos para quienes quieran disfrutarla, me centro en el objeto de esta reseña. See nos plantea un mundo discapacitista. Últimamente, se ha acuñado el término capacitista para referirse a aquellas personas o cosas que discriminan por motivo de discapacidad a la gente, poniendo barreras o no eliminándolas. Bueno, pues en este mundo que se nos plantea, la vista es perseguida como una herejía, algo maligno que debe ser purgado, debido a que con ella los antiguos casi destruyen el mundo.

Tenga mucho sentido o no, viendo los actos que cometen personajes perfectamente discapacitados a lo largo de la historia, toda la trama gira en torno a ello. Algunos protagonistas y villanos son parte de un resurgimiento del sentido de la vista en el mundo. Un resurgir temido y codiciado a partes iguales. Como no podía ser de otra forma, frente a la cacería de brujas que practican las principales autoridades invidentes, se nos plantean las dos alternativas: el regreso de la hegemonía de las personas videntes sobre las invidentes, o la consecución de una sociedad más justa y sin discriminación en la que todo el mundo pueda vivir en armonía.

Lo más llamativo de todo esto, que no sé si era la intención de los creadores de la serie, es que, para mí, la conclusión que dejan es que la convivencia entre ambos grupos es complicada, si no imposible, y que cada uno debe vivir a su manera por separado. Algo bastante crudo para el ambiente de corrección política en el que vivimos inmersos, y que me sorprendió. NO porque esté más o menos de acuerdo, sino porque se atrevieran a dejar ese poso en el espectador.

¿Y vosotros? ¿Habéis visto esta obra? ¿Habéis llegado a la misma lectura que yo o tenéis otra distinta? No dudéis en dejarla en los comentarios, que pasaremos un buen rato debatiendo.

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